Mundo Espiritual (Prefacio) La Verdad de la Vida VOL 10

Entre las comunicaciones espirituales, hay aquellas que no merecen crédito alguno, hechas por espíritus bajos, mas también hay otras que transmiten la Verdad sublime, hechas por espíritus bastante elevados. Las comunicaciones de espíritus elevados son muy raras, porque esos espíritus no se ocupan mucho con la vida terrena. Espíritus como el de Veterini, que se manifestó en el médium francés tratado en el Volumen 9 de esta colección, o el espíritu de Agasha, que aparece en el libro Teléfono que Liga al Cielo y a la Tierra, traducido por el Sr. Seicho Taniguchi, son espíritus elevados y profetizan el destino de la humanidad hasta su fin en la Tierra, y la mayoría de esas profecías fue concretizada.
Lo que ellos dicen es bien ordenado y pregonan la Verdad profunda que la inteligencia humana no alcanza. Y, como las transformaciones de destino de la humanidad del mundo fenoménico o la evolución del espíritu después de la muerte son cosas del “mundo de discriminación”, yo llevé eso a conocimiento de los lectores en el Volumen 9, sobre el título “Situación del mundo espiritual vista por la mente de discriminación”.

La “situación del mundo espiritual vista por la mente de imparcialidad”, asunto de este volumen, trata de la comunicación espiritual que se basa en la concientización plena de la Imagen Verdadera del hombre en una situación en que, trascendiendo las diferencias de fase evolutiva o las alteraciones fenoménicas de los espíritus en el “mundo de discriminación”, se penetra en la naturaleza sagrada que existe de igual modo en todos los seres humanos y se capta directamente esa naturaleza divina. Quien efectúa esa comunicación espiritual fue un espíritu extremadamente elevado que, transcendiendo la relatividad, habla de la Imagen Verdadera ya perfecta del hombre. Se trata tal espíritu del padre del joven dramaturgo dinamarqués Magnussen, a través de quien el se manifestó. Cuando el espíritu del padre actuaba, las manos de Magnussen se movían automáticamente y tocaban sin dificultad alguna las composiciones para el piano que el desconocía por completo, tales como La Tosca, de Puccini, Tempestade de Inverno, de Wagner, Polonaise, de Chopin etc., mas lo que transmitió al respecto del mundo espiritual es la Imagen Verdadera del hombre el lo hizo a través de la psicografía de Magnussen, lo que constituye el capítulo 1 de este volumen. – Situación del mundo espiritual vista por la mente de imparcialidad.
Lo restante del presente volumen contiene la descripción objetiva del aspecto de la sala de experiencias. El médiun utilizado presentaba variaciones en calidad de desempeño en diversas sesiones, y algunas personas lo criticaban; mas, por ocasión de la experiencia por mí desenvuelta, obtuve resultados muy buenos por haber un clima espiritual favorable por parte de los participantes. Y será errado dudar del resultado satisfactorio obtenido por mí solo porque en otros lugares el resultado fue insatisfactorio. El desempeño del médium sufre influencia del estado espiritual de las personas que estuviesen en el recinto de experiencia, de las condiciones climáticas, de la humedad etc. Porque el médium es, por así decir, un dispositivo automático sensible y sofisticado.
Es importante tener conocimiento del mundo espiritual, sea a través de la comunicación espiritual, sea por medio de las experiencias espíricas. Como ya vimos, en el mundo espiritual hay numerosos “espíritus perdidos” que sufren por no conseguir despertar para la Verdad. Y, entre ellos, puede haber espíritus de los ancestros de los lectores. Siendo así, despertarlos y deshacer los sufrimientos de los espíritus de los antepasados que están en el mundo espiritual es obligación natural que los descendientes deben cumplir. Cuando, por ese medio, los espíritus de los antepasados se “ilumina”, puede ocurrir que los descendientes se tornen sabios, y sus destinos cambien para mejor, por el principio de que “los antepasados y los descendientes constituyen un único cuerpo”, estando unidos espiritualmente. Por ese motivo, explico esa teoría y sus métodos en la parte final del presente volumen, a modo de orientación a los lectores.

10 de enero de 1963.
El Autor
Masaharu Taniguchi