Seicho No Ie
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¿Cómo practicar la Meditación Shinsokán?

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Mensaje  Hio Dom Jun 27, 2010 1:18 am

La Meditación Shinsokan es una práctica espiritual en la cual todo el cuerpo se identifica con la Verdad. Por consiguiente, es de suma importancia la postura correcta. Se adopta la posición correcta del cuerpo para obtener la postura correcta de la mente.

Sentado sobre una silla. En la silla nos sentamos sobre el borde y llevamos los pies hacia atrás, con los talones juntos y la punta de los pies tocando el suelo. Juntamos, levemente, la manos delante del rostro, dejando un espacio como para quepa entre las palmas un huevo de codorniz. La punta de los pulgares debe quedar a la altura de la nariz, casi tocándola. Los brazos deben estar relajados. El ángulo formado por los antebrazos deber ser de 60º, lo equivalente a un triángulo equilátero.
¿Cómo practicar la Meditación Shinsokán? Shin210

Sentado sobre los pies: Nos sentamos sobre los pies, colocando el pie izquierdo sobre la planta del pie derecho. La izquierda simboliza el cielo y la derecha simboliza la tierra. La posición en la cual el pie izquierdo cubre al derecho representa el orden cósmico en donde el cielo cubre a la tierra.
¿Cómo practicar la Meditación Shinsokán? Medita10

Cerramos los ojos carnales durante la práctica, para no ver el mundo fenoménico. Los ojos aunque cerrados deber estar ligeramente dirigidos hacia arriba a fin de evitar la formación de arrugas entre las cejas. Debemos mantener la fisonomía alegre. Si fuese de noche, practicar la Meditación Shinsokan con la luz encendida, de frente a ella.

La Meditación comienza con el Canto Evocativo de Dios.
Entonamos el Canto Evocativo de Dios, con la firme convicción de estar llamando a Dios. Concentramos la mente únicamente en Dios, a fin de conseguir la sensación de unión total con El. Es diferente a alcanzar el éxtasis a través de una simple concentración mental. Recitamos, mentalizando, con voz firme, lo hacemos en voz audible, tan solo para nuestros oídos, pero en tono enérgico forzando el bajo vientre, que la voz salga de lo profundo de nuestro interior.


CANTO EVOCATIVO DE DIOS

¡Oh! Dios Padre, que das vida a todos los seres vivientes,
bendíceme con Tu Espíritu.
yo vivo, no con mi propia fuerza,
sino por la Vida de Dios Padre
presente en todo el Universo
mis obras, no soy yo quien las realiza
sino la fuerza de Dios Padre,
presente en todo el Universo.
¡Oh! Dios, que Te manifestaste a través de Seicho-No-Ie
para indicar el Camino del cielo y de la tierra, protégeme.

Después del Canto Evocativo de Dios, profundizamos aún más en nuestra concentración, si cabe, y mentalizamos lo siguiente:

“En este momento, dejo el mundo de los cinco sentidos y entro en el mundo de la Imagen Verdadera”
Visualizamos y contemplamos un mundo infinitamente vasto y esplendoroso.
Y seguimos mentalizando
Aquí donde estoy, es el Mundo de la Imagen Verdadera.

Aquí donde estoy, es el océano de la infinita Sabiduría de Dios.
(repetir varias veces)
Es el océano del infinito Amor de Dios
(repetir varias veces)
Es el océano de la infinita Vida de Dios
(repetir varias veces)
Es el océano de la infinita Provisión de Dios
(repetir varias veces)
Es el océano de la infinita Alegría de Dios
(repetir varias veces)
Es el océano de la infinita Armonía de Dios.
(repetir varias veces)

Mentalizando así, contemplamos los atributos de Dios, que en forma de Luz, nos envuelven y se extienden por todas partes. Repetimos esta mentalización hasta conseguir visualizar todo el Universo repleto de la Luz de Dios.

Aquí donde estoy es el mundo de la Armonía Absoluta. En este mundo de la Gran Armonía, yo como hijo de Dios, estoy recibiendo de Dios, Su infinita Fuerza Vivificante.
(Esta fuerza vivificante, engloba los atributos divinos antes mencionados: Sabiduría, Amor, Vida, Provisión, Alegría y Armonía)

RESPIRACIÓN:
Al inspirar lentamente, visualizamos la resplandeciente Luz de Dios, la vemos penetrando en nosotros a través de las manos unidas, que son como una antena receptora, por donde fluye esta Luz hacia todo nuestro cuerpo, desde lo alto de la cabeza hasta las extremidades de los pies, iluminándonos totalmente.
Mientras inspiramos, mentalizamos:
La Infinita Fuerza Vivificante de Dios, fluye hacia mi interior, fluye, fluye, fluye, fluye, fluye….

A medida que decimos, fluye, fluye, fluye, vamos inspirando despacio el aire, y continuamos, haciendo bajar el aire hasta comprimirlo en el bajo vientre, dilatándolo hacia delante, a fin de crear una sensación de plenitud.

Conservando esta sensación, mentalizamos:
Por la Infinita Fuerza Vivificante de Dios, soy henchido, soy vivificado, soy henchido, soy vivificado,…..
Repetimos esta mentalización varias veces.
Con los ojos de la mente, contemplamos nuestro ser henchido y vivificado por la Fuerza Vivificante de Dios Padre. Mientras tanto, dejamos salir el aire, lentamente por la nariz. Cuando el 70% del aire haya sido expelido, restando un 30% en el bajo vientre, inspiramos nuevamente, volviendo a mentalizar:

La Infinita Fuerza Vivificante de Dios, fluye hacia mi interior, fluye, fluye, fluye, fluye, fluye….

Y volvemos a repetir toda la secuencia, varias veces.
Después dejamos unos minutos de profunda meditación, en la cual también podemos mentalizar palabras de afirmación de que ya se concretizó lo que deseamos, y palabras de agradecimiento por lo logrado, siempre con la sensación y firme convicción de que ya está realizado.

La Meditación completa, suele durar 30 minutos, aunque este tiempo es variable.
Terminada toda esta secuencia, agradecemos a Dios, por escuchar y atender nuestras oraciones, y recitamos la oración siguiente, 2 ó 3 veces:

Oración por la Paz Mundial
El infinito Amor de Dios fluye hacia mi interior
Y en mí resplandece la Luz Espiritual del Amor.
Esta luz se intensifica, cubre toda la faz de la Tierra
Y llena el corazón de todas las personas
Con el espíritu de Amor, Paz, Orden y Convergencia al Centro.

Repetimos dos o tres veces.
Y por último recitamos, 2 veces:
CANTO DE LA GRAN ARMONÍA
La Vida armoniosa de Dios
Ilumina el Universo,
Y en el Mundo reina la Paz.
Repetimos dos veces.

Muchas gracias, muchas gracias, muchas gracias.


Fuente: Shinsokán y otras Oraciones.
¿Cómo practicar la Meditación Shinsokán? Medita11
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